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Turismo místico

Publicado: 2014-01-20

El turismo místico propone un viaje dirigido al desarrollo personal y espiritual del turista, en el Perú esa experiencia se ofrece a través del contacto ritual con la “espiritualidad indígena” ancestral. El crecimiento de esta categoría turística ha generado que las agencias de viajes ofrezcan paquetes turísticos con destinos místicos; que los chamanes locales se conviertan en emprendedores étnico-espirituales, que otros no indígenas ofrezcan sus servicios espirituales en el mercado nacional y global; que favorezca al mercado de artesanías y de nuestras plantas maestras con usos rituales y significados mágico-espirituales, como el San Pedro, la Ayahuasca, la Hoja de Coca. Los beneficios económicos del turismo místico son inobjetables, pero ¿el discurso sobre la espiritualidad indígena es realmente originario, genuino del Perú? La respuesta es NO.

Contrariamente a lo que se cree es un concepto moderno inspirado en los discursos de tipo New Age nacidos en USA (1960). Esta corriente propone una “búsqueda individual/subjetiva de la esencia espiritual que está en todo el cosmos”. Sin mayor conocimiento de la originalidad y riqueza de nuestras culturas, estos conceptos se sobreponen a las prácticas milenarias uniformizándolas: son iguales “en esencia” los mayas mexicanos, los hinduistas de la India, y para fundamentarla mezclan con ligereza la filosofía védica y la Física Cuántica con la cosmovisión andina.

La publicidad turística contribuye a difundir la “espiritualidad indígena”, porque atrae a quienes se interesan en temas espirituales, valoran lo étnico y tienen capacidad de consumo. Desde el lado “indígena” se han dado cuenta de los beneficios económicos que les reporta presentarse con esa “identidad espiritual” y se está alterando la propia tradición milenaria. Hay quienes sin ser elegidos curanderos por medios sobrenaturales: morir y volver a la vida, o por pertenecer a una estirpe de chamanes, y sin pasar por los procesos de iniciación: dietas, aislamiento y el largo aprendizaje guiado por una maestra o maestro, se visten de chamanes y montan puestas de escena para los turistas.

Es decir, una cadena de tergiversaciones en detrimento de nuestras culturales locales, y una irresponsabilidad con el turista que pone en nuestras manos sus esperanzas, cuando bien podemos desarrollar una propuesta de Turismo Místico autentico, original y por tanto más beneficioso y redituable para todos. ¿Cómo? Me explico con un ejemplo.

El algodón nativo peruano era de colores, pero en 1940 se prohibió su cultivo porque la demanda de la industria textil foránea exigía el blanco. Así se cerró la posibilidad de desarrollar una industria nacional propia y seguramente ventajosa pues se ahorraba todo el proceso de teñido. Pues bien, evitemos que con el turismo místico peruano pase lo mismo que ocurrió con el algodón nativo. Salvaguardemos la variedad de colores y matices de nuestras culturas andinas, amazónicas, costeñas. Si el vestido de una mujer puneña y el de una matxiguenga son muy diferentes, ¿no serán también diferentes sus imaginarios, su espiritualidad, sus cosmovisiones, sus conceptos sagrados del mundo? la respuesta es afirmativa, ¿lo saben los operadores del turismo místico? Lo que no conocemos lo negamos, no existe, es invisible, por tanto tampoco lo amamos ni cuidamos. El discurso que prevalece en el turismo místico peruano niega esta diversidad porque no la conoce, si la conociera no solo la amaría, sino que se daría cuenta de las ventajas de tener en sus manos un producto único, exclusivo e irremplazable, con pleno respeto de quienes la ofertan y de quienes la demandan.


Escrito por

Maritza Villavicencio

Maritza Villavicencio Historiadora y Fitomántica. Recuperé el Oráculo de los Pallares Mochica. Ejerzo la adivinación. En mi blog reflexiono sobre las prácticas mágicas ancestrales del Perú.


Publicado en

Oranek

Maritza Villavicencio Historiadora y Fitomántica. Recuperé el Oráculo de los Pallares Mochica. Ejerzo la adivinación.