Inauguro con la Introducción de mi libro “La ruta de los oráculos, un viaje por el Perú místico", una sección dedicada a los oráculos peruanos.

Quien va en busca de un oráculo es un viajero del infinito.  Es quien llegó al punto existencial de preguntas cuyas respuestas traspasan los umbrales  de su vida cotidiana,  de las fronteras territoriales y de las cronologías históricas. Es quien busca espacios anclados en la geografía del planeta que le abran los portales de sus misterios para resolver los propios enigmas. Quien va en busca de un oráculo es un creyente que quiere mantener la fe o quiere recuperarla, o es un devoto que va al encuentro  del milagro. Ese viajero es un peregrino.

El Perú cuna prolífica de oráculos,  le ofrece al peregrino un viaje al interior de sí mismo y a la potencia de su espiritualidad a través de sus parajes naturales divinizados, de sus monumentos sagrados alzados con fervorosa devoción por sus antiguos habitantes y por medio del periplo vivencial de rituales que sus descendientes han  mantenidos vivos.

Al interior de la arquitectura sagrada de los templos dedicados al culto lunar, de los santuarios levantados a los dioses oráculos, de las ciudadelas solares y  los mausoleos abismales se gestó el encuentro de lo natural con lo sobrenatural.  Cada lugar reflejó el modo reverente de dialogar con la naturaleza y con sus deidades. Cada sitio fue el eje de unión y sincronía del gobierno espiritual y terrenal. Fueron espacios privilegiados donde se celebró una concepción de la trascendencia humana solidaria con su entorno, paritaria con toda la existencia. Por eso la manera de llegar y de estar fue ritual.

La impronta venerable de esa cosmovisión  pervive en los remanentes espaciales dispersos a lo largo y ancho del territorio peruano.  Pero no solo aquí.

Cada región, cada localidad, cada comunidad nativa, guardan celosamente y generación tras generación sus prácticas adivinatorias, su arte de la sanación del cuerpo y el alma. Las fuerzas de la naturaleza eligen a los iniciados y las plantas maestras los guían entre ayunos y abstinencias por la frondosa oscuridad de los bosques amazónicos donde habitan sus espíritus,  por las alturas gélidas de los Apus nevados o amaneciendo durante frías madrugadas sumergidos en las Cochas: las prodigiosas lagunas hembras. Estos hombres y mujeres son por excelencia los mediadores de las plantas oráculo.

El Perú místico se abre en múltiples rutas fascinantes, hemos elegido aquellas que ofrecen la variedad ecológica, histórica y mágica de la vida espiritual del Perú. Buen viaje peregrino.